El nuevo lugar de la Filosofía

Fecha: 27 octubre, 2018 por: dariomartinez

Es una noticia esperada, también peleada junto a muchos otros compañeros y ciudadanos inquietos por intentar saber. La Filosofía parece que puede recuperar su espacio en el ámbito de la educación no universitaria, quizá también su merecido tiempo. Es positivo porque se pretende establecer un currículum común en toda España, porque se desliga la Ética de la Religión, porque le confiere continuidad y porque deseamos que su carga horaria no sea tan ínfima que la convierta en una «maría». El reciente acuerdo llega por ser una materia abierta que bien tratada necesariamente queda desvinculada de cualquier tipo de ideología, o lo que es lo mismo: de los privilegios de unos pocos en detrimento de los derechos de los más.

Pero, ¿por qué se llegó a este punto con el que fuera ministro de Educación Sr. Wert? Se partía de una visión muy clara de lo que es la filosofía, en forma de axioma indemostrado pero de gran fuerza práctica. Para muchos, la filosofía no era más que una forma de vida, cada vida es única y de forma espontánea, y más en el seno de un sistema político democrático, todos sabemos responder a las preguntas últimas que más directamente nos atañen, sabemos cuáles son los valores o virtudes que nos han de guiar hacia el bien. Por tanto, todos estamos capacitados para dar respuesta definitiva a los grandes interrogantes del pensar occidental: ¿qué puedo conocer?, ¿qué debo hacer?, ¿qué me cabe esperar?, ¿qué es el hombre? (Kant). Por supuesto esta habilidad innata y autónoma dada su naturaleza es ajena al error, a las majaderías, a las mentiras, a los instintos más bajos. Todos estos problemas estarían perfectamente dilucidados por cada uno de nosotros, sería la definitiva encarnación del conócete a ti mismo socrático. Así las cosas, pensaban nuestros más brillantes responsables políticos, para qué intentar explicar lo que otros pensadores argumentaron sobre la política, la ética, la verdad, la realidad como totalidad si todos somos, por el mero hecho de ser pensantes, filósofos de altura que hemos dejado atrás el mundo de la caverna, de la imaginación, de la mera opinión (Platón). En definitiva, ¡fuera el adoctrinamiento!, ¡fuera la reflexión de raíz griega!, ¡fuera la Filosofía de la enseñanza! Es curioso, pero procediendo así y con el que fuera ministro de Educación Sr. Wert, hubo más filósofos que nunca, el problema entonces no era que no se pensara sino que todos por el mero hecho de ser ciudadanos de este país automáticamente pensaban bien. Pero el resultado desgraciadamente fue que el mundo de la apariencia reinó, la llamada posverdad triunfó, el barullo en forma de ruido nos dominó. Sin referentes que pongan en marcha procesos reflexivos sistemáticos orientados a la verdad y encargados de deshacer mentiras, el salto a la barbarie está más próximo.

Si para algo valió el intento de fagocitar la Filosofía, de intentar resolver nuestros problemas más perentorios acudiendo al saber rigurosamente científico o al estrictamente innato fue para darnos cuenta de que el camino en la construcción de la verdad que nos queda es largo, que muchos de los problemas ante los que nos enfrentamos no son sencillos, que la razón cuenta en su mismo hacer con sus propios límites, pero que sin ella el mundo puede llegar a ser un erial vacío de normas, de sentido, en el que la ley del más fuerte acaudille nuestro destino, dejando de lado nuestra condición de individuos que queremos ser libres y a la vez iguales en el marco de una sociedad política que aspire a ser justa.

Una apuesta por la Filosofía

Fecha: 22 octubre, 2018 por: dariomartinez

Sincera y modestamente alegre. Nuevas noticias relacionadas con la Filosofía como saber académico orientado a la verdad y cuya tarea es la ingrata necesidad de deshacer mentiras  en un contexto de banalización y fundamentalismo afín al que podemos etiquetar como capitalismo emocional a mayor gloria del ahora atomizado e hipócrita individuo satisfecho.

Se confirma y lo recojo a través del siguiente enlace, disponible: http://redfilosofia.es/blog/2018/10/21/comunicado-de-la-red-espanola-de-filosofia/.

Se recoge el texto, íntegro. esperemos que se materialice pronto.

La Red Española de Filosofía desea mostrar su enorme satisfacción por el consenso logrado por las principales fuerzas políticas, en la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados del pasado 17 de octubre, sobre la necesidad de un ciclo formativo de Filosofía de tres cursos que conlleva que la Historia de la Filosofía vuelva a ser obligatoria en 2º de Bachillerato para todas las modalidades. Asimismo, nos congratulamos de la respuesta positiva del Ministerio de Educación y Formación Profesional, en un comunicado posterior, a la propuesta de los representantes de la voluntad popular. El acuerdo logrado debe ser continuado para avanzar hacia un pacto por la Educación en España que construya la estabilidad institucional que necesita tanto el alumnado, junto a sus familias, como el profesorado, con la decisiva finalidad de garantizar un futuro alentador a las nuevas generaciones en nuestro país.

La unanimidad política a favor de la vuelta de la Filosofía se ha visto reflejada en la gran repercusión de ambas noticias, el acuerdo parlamentario y el comunicado de Dña. Isabel Celaá, ministra de Educación y Formación Profesional, en los medios de comunicación del país y en las redes sociales. El aplauso entusiasta de la opinión pública ha sido indudable y una gran ola de alegría cívica ha recorrido el país al conocer las novedades. Agradecemos todos los mensajes de enhorabuena recibidos.

La Red Española de Filosofía, sin embargo, estima necesaria la presencia de una asignatura troncal de Ética en 4º de la ESO, puesto que la enseñanza obligatoria debe incluir, como contenidos filosóficos esenciales de la educación, la reflexión crítica sobre los siguientes temas: -la integridad moral personal, -las directrices de una ética pública, – los principios de libertad, igualdad y solidaridad, -el pluralismo y la inclusión, – el valor de racionalidad de los procedimientos deliberativos y, finalmente, – los marcos normativos de la democracia, esto es, los derechos humanos y  las responsabilidades de la ciudadanía. Estos asuntos son fundamento imprescindible tanto de la educación moral como de la democracia, y necesitan una dotación horaria suficiente en el plan de estudios de secundaria. Minimizarlos, banalizarlos o eliminarlos, trae consigo el peligro indudable de un desfondamiento cívico.

Queremos mostrar la entera disponibilidad de la Red Española de Filosofía (que agrupa a cincuenta y seis asociaciones de Filosofía, al Instituto de Filosofía del CSIC y a los Decanatos y Departamentos de las universidades españolas), a colaborar con el Ministerio, y demás instituciones que así lo requieran, para la implantación de las medidas acordadas, y a cooperar en la construcción de un gran pacto por el futuro de la Educación en España.

Madrid, 20 de octubre de 2018

La verdad como necesidad

Fecha: 5 octubre, 2018 por: dariomartinez

La pregunta del prefecto de Judea Poncio Pilato sigue viva. Su duda permanente le situaba inevitablemente en un perpetúo escepticismo que le conducía a la apatía. Así otros eran los que decidían. Con todo, quien creía podía ver la verdad, y ésta era divina, era humana, era Jesús:”yo soy la verdad”.

Hoy es la época tardomoderna o posmoderna, la verdad ha sido borrada del discurso. La verdad dogmática entendida como existente y previa al conocimiento humano ya ha sido triturada. La verdad entendida como adecuación del entendimiento a la cosa también, en nosotros ha de reconocerse nuestra ineludible limitación, la realidad es también trascendental y ahí la razón dirige su nave hacia lo meramente metafísico. No hay verdad, hay verosimilitud, discursos más o menos convincentes que han de poder, para ser rigurosos, al menos ser falsados en el caso de que sean simplemente mentira. Las opiniones se nivelan hasta el punto en el que todas son válidas y necesariamente respetadas. Luego, ¿para qué intentar acceder a lo que no es más que una mera quimera?

La razón de tradición griega se debía orientar a la verdad como un deber para un buen ejercicio filosófico y por supuesto político, ahora sin verdad a la que intentar asir un buen argumento, el decir con sentido puede perfectamente prescindir de la razón. Es el triunfo del nihilismo, de los afectos, de la sinrazón, de los sentimientos, de lo internamente vivido, único. Es la ocasión que están aprovechando los sofistas de turno, dominando las mentiras, la mera opinión, la falsedad intencionada y perversa en aras a sus intereses particulares. Es el fracaso de la modernidad, es el triunfo de la llamada y actual posverdad en el marco favorable de la sobreabundancia de información.

Apostemos por salvar la razón. Reivindiquemos la verdad como construcción humana. Reconozcamos su pluralidad, sus diferentes grados de problematicidad, su devenir histórico, y luchemos por evitar caer en fundamentalismos perversos que anulen el debate como combate de ideas. En nuestro buen hacer está el que podamos construir verdades. Si renunciamos a la verdad como construcción humana es fácil caer en la senda de la barbarie. Acudamos a ella para poder triturar las mentiras, o para evitar el domino de las minorías por desafección de las mayorías, mas en un país como el nuestro que se tambalea por el empeño de unas minorías que aprovechan la desidia generalizada para hacerse con el control de sus parcelas de interés.