Ética moral y política. Dos respuestas, un comentario
Fecha: 13 abril, 2024 por: dariomartinez
1. ¿En qué medida es posible una reflexión de segundo grado de la moral?
2. ¿Puede ser útil una reflexión de segundo grado sobre la moralidad para nuestro día a día?
Analizaremos cada una de las cuestiones disociándolas pero no separándolas. Se plantean problemas que han de ser resueltos obligatoriamente desde una toma de partido, frente a otras opciones, en una relación de tensión dialéctica entreverada que dará sentido a la opción elegida. Entenderemos moralidad en un sentido lato, en primer lugar incluyendo de este modo la ética, es decir al individuo, al sujeto operatorio proléptico y tratado en un sentido distributivo, en cada uno de nosotros está el todo, a no ser que hablemos de individuos que por enfermedad, edad, o actos ajenos a las normas mínimas exigidas de convivencia y por tanto victoriosas, sociales e históricas, dadas in media res, estén fuera de toda conducta ética y de toda reflexión ética, o sea excluyendo a los «imbéciles morales» (1), en segundo lugar incluyendo la moral, ahora el individuo o sujeto operatorio corpóreo será entendido atributivamente, como parte material (no formal) de un grupo o clase con sus normas con capacidad de obligar (heterónomas) a favor del mantenimiento o preservación del grupo, y por último la política con su derecho positivo, con capacidad de obligar y cuyo ejercicio habrá de dirigirse al mantenimiento, fortaleza y estabilidad del Estado, poder que será ejercido desde la capa conjuntiva y de arriba a abajo. Luego la filosofía moral será un saber por de pronto problemático por la abundancia y la pluralidad de asuntos, algunos de ellos inconmensurables, se evita así caer en la tentación monista de un sujeto universal y trascendental de corte espiritual, sin cuerpo, puramente formal como el de Kant.
No será una reflexión sobre la conducta humana entendida de modo prescriptivo, no será una ética o ciencia que analice las conductas morales, no será una ciencia ética entendida como artista de la moral y de la conducta mundana (2). No será entendida como un saber de especialistas, gnósticos, académicos ajenos por neutralidad axiológica al embrollo moral objeto de análisis capaces desde su pedestal de clarividencia de desvelar la verdad esencial y no entendida por parte de los agentes prácticos en su relación con los demás, moral ésta antrópica. Y si es entendida en su relación con la Biosfera (3), con lo anantrópico, con su praxis ecologista más o menos verdadera, buena o mala, estará el sujeto ético agente obligado a entender lo inerte, lo impersonal, o con voluntad y sin lenguaje articulado, en su diversidad como sujetos éticos pacientes, a los que otorgaremos derechos, pero no por sí mismos frente a la ética sin fronteras ecologista actual, sino por ser su protección dirigida a la recurrencia de la vida humana, a su mantenimiento y a su fortalecimiento. Se admitirá por tanto como principio ético en este caso la maleficencia con ciertos animales y vegetales dirigida a la alimentación a la cura de enfermedades (4).
La filosofía moral como saber de segundo grado será necesaria porque su hacer es un deshacer crítico, sistemático, gobernado por la prudencia. Su fin, en tanto que saber práctico, coordinará la reflexión, y la dirigirá contra los prejuicios, contra las conductas que atenten contra la vida individual corpórea, operativa y racional institucional, de forma gratuita, caprichosa, o que pongan en riesgo la vida de un grupo, de la existencia y estabilidad de la sociedad política, del Estado, contorno organizado en el dintorno de la ciudad (núcleo y esencia de la política). Se sistematizará frente a los dogmas, los principios sólo conocidos por iluminados, y será un razonamiento catártico porque contará con los materiales comunes a todo hombre para emitir los juicios más prudentes posibles y capaces de triturar el error. No será un saber filosófico, contará con la filosofía, no será un saber científico, contará con él, pero será una saber moral humano de segundo grado que necesariamente habrá de contar con los juicios morales y las conductas morales de los otros (emic), reconociendo el punto de vista distante y obligado del que ha de reflexionar con rigor sin adherirse a ningún doctrinario (etic). Triturar prejuicios, demoler opiniones infundadas, poderosas, fuertes, dominantes, no por ello perversas, será el propósito más firme para construir juicios del entendimiento, que dobleguen los sentimientos, y faciliten la acción más útil posible. Demolerlos por ser fuente de conductas perversas, capaces de habilitar al que se los cree, sin esfuerzo y sin crítica, al uso sin límites de la violencia sobre el que no participa del ideario. Una ética formalista, una ética positivista o una ética materialista moral primogenérica, pueden desembocar en tragedia (5). Debilitar su coherencia, mostrar el error en sus principios es una cuestión de fortaleza ética, de reflexión de segundo grado imprescindible.
Su utilidad ha de mostrarse. Atendiendo directamente a la segunda de las cuestiones planteadas. In media res, presente en marcha, de máxima actualidad. Vinicius denuncia con lágrimas el acoso racista que sufre en diversos campos de fútbol españoles y en las calles de la ciudad de Madrid con muñecos colgados de puentes con la figura del jugador. Con su acto llega a más público. Es portada en todo el mundo deportivo y no deportivo. Es famoso, y su buen hacer como futbolista trasciende lo local, desde sus primeros partidos como niño a sus actuaciones deportivas más destacadas en el terreno más exigente de la élite del fútbol (6). Es un jugador de éxito reconocido por todos.
Hecha la presentación, dirijamos nuestra reflexión moral a lo sucedido. Tres frentes de valoración, disociados que no separados. Seré breve. Por partes, desde el enfoque ético hasta el político. Como ciudadanos de un país que compartimos porque es en el que vivimos, es parte ineludible de nuestro día a día, es una realidad histórica y social, dada pues a posteriori, que nos trasciende y nos engloba.
A:- Valoración ética. La filosofía moral como saber de segundo grado. El racismo es un doctrinario irracional, asocia la naturaleza genética, en una relación causa-efecto binaria (más allá del marco histórico y social en marcha que atraviesa cada una de nuestras acciones), a la inteligencia, a las conductas morales y a la condición física. El ser humano es visto a un nivel antropológico biológico o zoológico. Partiendo de este error el prejuicio vive y cobra fuerza si quien lo defiende lo cree. Dirigido sobre Vinicius lo que hace es debilitar su firmeza, no produce como efecto que sea mejor, no lo mejora como persona, no lo hace mejor jugador, lo que persigue es alterar su conducta, y con ello que su juego sea mejor controlado por sus rivales, sea más previsible y en límite que su conducta alterada sea fuente de acciones sancionadoras por no ajustarse a las normas del juego. La tensión y violencia verbales que sufre no hacen que su persona se enriquezca, simplemente la dañan, y si el vilipendio y las agresiones no van a más es porque se encuentra en una sociedad política con fuerza, de momento, suficiente como para evitarlo. Por tanto, degradar al otro, deshumanizarlo, trasladar su condición de persona del eje social de convivencia entre personas al eje radial del espacio antropológico, verlo como un ser cosa, salvaje («mono»), sin alma, permite reconocer la catadura moral de quien profiere dichos insultos, de quien los ampara, y de la triste realidad que se esconde en esos actos: en los campos de fútbol, entre los más fieles seguidores de los equipos rivales, hay un grado de impunidad en ejercicio que permite que los que nos tendría que ser más que un fenómeno individual pase a ser un fenómeno de grupo.
B.- Valoración moral. Vinicius como jugador del Real Madrid. Sin dejar atrás su persona, su individualidad, sin dejarle de lado, siendo él (pronombre personal), ahora lo trataremos dentro de un grupo, de un equipo. Análisis desde una perspectiva atributiva. Es un jugador de un equipo líder. De máximo prestigio mundial. En buena lid juega diversos torneos, liga española, champions, etc. Se enfrenta a otros rivales, todos quieren lo mismo, ganar, pero este resultado favorable pasa por la derrota del contrario. Es una dialéctica ineludible. Dentro del grupo la solidaridad de sus compañeros se dirige a Vinicius pero a la vez se enfrenta a sus rivales deportivos. Por desgracia muchos clubs españoles toleran acciones que van más allá de lo deportivo, muchas de estas acciones pueden dar sus frutos y no traer consecuencias deportivas, las entidades salen incólumes, son actos individuales, nada que ver con el club. La responsabilidad individual, los actos de energúmenos esclavos de sus pasiones, son ajenas a muchos de esos equipos que disputan cada punto en juego semana tras semana. Por tanto quebrar desde la grada el buen juego del Real Madrid puede dar buenos resultados deportivos para sus rivales. Por ello Vinicius solicita amparo del Real Madrid, del Comité de Árbitros y de la Liga de Fútbol Profesional, no ya como Vinicius sino como jugador que representa unos colores. Luego los insultos racistas se dirigen al colectivo de personas negras, y de ello e indirectamente se pueden aprovechar los competidores porque se dirigen además a un jugador de un equipo difícil de batir deportivamente dada su calidad colectiva contrastada por su sistema de juego y por el número de estrellas con un mismo objetivo coordinador: la victoria en todas las competiciones posibles y de mayor prestigio.
c.- Valoración política. Trasciende lo personal, supera lo estrictamente moral, se torna una cuestión política. El caso Vinicius se ha de incluir en la agenda política española. Los países vecinos y rivales muestran su interés, juegan sus bazas, es una biocenosis política. Se está trabajando en un documental con la compañía de comunicación más poderosa del mundo. De trasfondo el racismo en España y como problema asociado nuestra toma de partido interna y nuestra conducta de autoflagelación. Para corregir dicho dislate hemos de mirar al mundo anglosajón, paradigma de la tolerancia y de la lucha por la igualdad. España no logra acceder a Europa, siempre rezagada, cuando no también frugal. Un mal ejemplo, un contravalor ético, una lucha con mácula por la defensa de los Derechos Humanos. El dedo acusador externo evita la crítica. Si desde el exterior se dirige la lucha contra el racismo y se señala a España, quien capitanee dicha cruzada estará libre de pecado ¿Para qué la historia? ¿O para qué la historia verdadera? Mejor seguir alimentando la leyenda negra española (añado «española» para que todos lo entiendan el adjetivo sobra, nadie duda de a qué país nos referimos. Desgraciadamente). Pero para que esta sea la norma victoriosa, ajena a nuestra tradición pero fomentada por los llamados intelectuales del país y asumida desde cualquier programa educativo, dirigido más a la disgregación que a la integración, es necesario revitalizarla con cierta frecuencia. No faltarán ministros que lo secunden, es decir que apoyen nuestro descrédito internacional, empezando por el de cultura que equipara los virreinatos americanos con el colonialismo belga en África suroccidental. Para ello nada mejor que un programa de olvido, de desmemoria colectiva, o de manipulación. Las razones, los hechos, los buenos argumentos caerán en saco roto. El mestizaje no se verá, la historia no colonizadora y sí de organización en virreinatos: Nueva España, Nueva Granada, Río de la Plata y Perú donde los ciudadanos gozaban de los mimos derechos que los ciudadanos de la península será eclipsado por la ideología dominante. El caso Vinicius ser entenderá como un caso más de la herencia racista española. El descrédito de España como nación política con una democracia homologada (y devaluada) en aumento, los motivos para los proyectos secesionistas en esta vorágine del error colectivo, del delirio, aupados a la inercia del desapego de lo compartido. Evitar la mezcla con lo llamado español una virtud, se consolidarán las lenguas propias como lenguas vernáculas, las lenguas habladas en territorio español que no sean el castellano, que por cierto facilita la Koiné, las lenguas madre así vistas y la dialéctica por su implantación territorial verán en el castellano a una lengua impropia, degenerada, ausente del bien y de la verdad, impura, corroída. El mundo germano y anglosajón afianzarán su dominio, a la vez que ofreciendo disimuladamente la fragmentación de España convertirán al país desvertebrado en una suerte de tablero cada más dividido, de territorios más insignificantes, de ciudadanos enfrentados menos libres, pero por fin más felices al ser colmado su sentimiento de independencia. El ideal podrá a la realidad política, el caso Vinicius contribuirá aunque mínimamente al logro de dicho proyecto.
Además se comprueba la inoperancia de nuestras leyes. Son victoriosas pero son formales, sin capacidad de obligar. Vinicius se encuentra desprotegido, la lentitud de la justicia no le protege. Nuestras leyes son inoperantes. Las acciones contrarias a la ética, a la generosidad, al fortalecimiento del otro en tanto que persona no reciben castigo, no hay consecuencias (7). Crece la impunidad, aumenta las conductas colectivas y públicas de desobediencia, luego lo peor de todo es que no hay perspectiva de que el mal generalizado, el racismo hacia la persona de Vinicius y hacia el jugador del Real Madrid sea anulado por otras normas que rectifiquen las anteriores por la sencilla razón derivada del no cumplimiento de las que ya existen y que no se acatan ni se asumen.
El buen hacer de Vinicius contribuye a la estabilidad del Estado, el fútbol es una importante fuente de ingresos y es una actividad deportiva que canaliza pasiones en los estadios, que ahorra por innecesario más gasto en policía y en recursos materiales para mantener el orden en los espacios públicos, nos los recordaba Gustavo Bueno citando a Napoleón «un cura me ahorra cien gendarmes»
Una última consideración, se detecta perfectamente una conducta racista como la de Vinicius, condenable pero se obvia la xenofobia contra lo español en muchos territorios de nuestro país. Y también se obvia por ejemplo, y fuera de nuestras fronteras, que muchos españoles que residen es Estados Unidos son identificados por su raza, y así mejor responder que uno es caucásico que hispano. ¿Si no tiene importancia, nos decía Roca Barea en uno de sus libros contra la leyenda negra, porque no es oportuno decir que eres hispano y no caucásico?
Notas
(1) «“Todo el mundo” (es decir: todo aquel miembro de nuestra sociedad que ha rebasado la primera infancia y que no es un débil mental o un retrasado mental) sabe muchas cosas sobre moral, de la misma manera a como todo el mundo sabe muchas cosas de medicina, de gramática o de arquitectura». Bueno, Gustavo (1996). El sentido de la vida. Seis lecturas de filosofía moral, pág. 15. Pentalfa. Oviedo.
(2) FUNIBER, págs. 44-47. TOMO II.
(3) FUNIBER, op. cit. pág. 62. Krausismo como nematología dominante de la socialdemocracia española, piedra sillar de los movimientos ecologistas más activos y con más peso político.
(4) FUNIBER, op.cit. pág. 125.
(5) FUNIBER, op. cit., págs. 53-59.
(6) FUNIBER, op. cit. pág. 60-61.
(7) FUNIBER, op. cit., págs. 69-71.
Otra bibliografía
– Bueno, Gustavo (2014). En sayo de una definición filosófica de la Idea de Deporte. Pentalfa. Oviedo.
– https://www.teatrocritico.es/2024/p209.htm. Supremacismo y racismo en Estados Unidos. Consultado el 26 de marzo de 2024.
– Roca Barea, María Elvira (2019). Imperiofobia y leyenda negra. Roma, Rusia, estados Unidos y el Imperio español. Siruela. Madrid.
– Vélez, Iván (2014). Sobre la leyenda negra. Ediciones Encuentro. Madrid.
Para evitar el error de la leyenda negra, para evitar caer en una falsa leyenda rosa.
Comentario
Sobre la primera cuestión, el núcleo de tu propuesta acerca de la ética, en la línea del materiaslismo filosófico, es que nuestro existir no es otra cosa con un coexistir, somos en tanto que estamos con otros, por cierto son los otros los que hacen que uno sea yo, siendo obvio que antes de ser como persona cada uno de nosotros es, en la línea de lo pronombres personales, tú o él. Somos en una sociedad en macha, histórica, social y como bien dices plural y heterogénea. De esta complejidad derivan las permanentes tensiones, la necesidad de ser prudentes (phrónesis), de ejercer una conducta moral guiada por la sindéresis.
Sobre la segunda cuestión, más que una aclaración es la exposición de un problema. En el fondo de la caverna hay saberes, opiniones: imaginación y creencia. Estos saberes, muchas veces entretejidos por mitos dominantes, sirven para cohesionar, organizar a toda una sociedad frente a otras (pienso en la idea mito del hombre frontera, libre, independiente, dueño de su destino, comprometido con los suyos que John Ford supo llevar al cine en los Estados Unidos del siglo pasado con sus western y que muy bien trata Miguel Ángel Navarro Crego en sus estudios sobre dicha nación) y pese a la ficción creada tienen un impacto, una utilidad única, para forjar una sociedad tan compleja como la estadounidense. Pues bien, y este es el problema de fondo, muchas ideas mitos, muchos de ellas son catalizadoras de creencias, permiten sobrevivir y sirven para que dichos ciudadanos se sientan comprometidos con el destino manifiesto, con un compromiso como pueblo elegido que los lleva a ser la primera potencia tecnológica, económica, cultural y militar del mundo. Luego, ¿Cómo desactivar esta moral dominante? ¿Qué filosofía moral impartir, ejercer y representar de segundo grado capaz de desactivar dichos mitos entretejidos como moral dominante, de arriba abajo, y mayoritaria, de abajo arriba?