LA PUBLICIDAD UNA BUENA HERRAMIENTA DE MANIPULACIÓN INFANTIL
Fecha: 17 diciembre, 2022 por: dariomartinez
A lo largo de un video visualizado en su momento, hablan los diferentes profesionales, con diferentes intereses, que lo han llevado a cabo. Después se propone un cuestionario breve para la reflexión, la interpretación dirigida a otros con el propósito de enriquecer el contenido.
¿Qué sentimientos te inspiran sus declaraciones?
Me inspiran cierta indiferencia, dice lo que casi todo el mundo ya conoce, hace explícito lo ya evidente. Además es una pregunta que resulta desde mi punto de vista innecesaria y me explico: apelar a los sentimientos es una cuestión netamente inserta en lo más irracional de cada uno de nosotros, en este espacio dominado por lo pasional, lo inmediato, lo mera subjetivo, etc., el valor de lo manifestado no va más allá de lo personal, en la mayoría de los caso inducido por demiurgos que no se perciben, sometido a lo estético, es decir a lo aparente, a lo visible. La cuestión del asunto por tanto merece una reflexión aliada de la razón que supere lo meramente aparente y que sea dirigida a la clausura de las causas del efecto representado en el video escogido para la tarea. También sería interesante analizar pormenorizadamente la funcionalidad de la publicidad en un sistema político democrático y de paso preguntarse si se puede hablar de sistemas homologados de democracias, que por cierto son las realmente existentes, al margen de sus respectivos sistema productivos capitalistas y de consumo. Hablo de tantos sistemas como monedas que agilizan el proceso recurrente de producción, distribución y venta en un marco dialéctico de competencia entre los diferentes estados-nación, sistemas que para su libertad de intercambio aspiran a liquidar las fronteras políticas o al menos debilitarlas troceándolas (son muchos los que colaboran en dicho proyecto global).
¿Estás de acuerdo en que se trata de un juego?
¡Claro que es un juego! pero es un juego desigual y con un árbitro que en muchos casos podríamos decir que resulta casero, es decir, los padres se pliegan a la mercancía, se pliegan al sistema y enfocan su vida, su trayectoria de vida, su sentido de la vida a una propuesta hedonista que justifica sus acciones siempre y cuando redunden favorablemente en la felicidad de tipo canalla, vive el momento, aprovéchalo hasta el límite, devora lo que se te presenta, no hagas nada que pueda quedar sin disfrutar, no hay más vida que ésta, nada debe dejar huella, nada debe trascender tu existencia, como consecuencia: depresión, frustración, ansiedad, infantilización generalizada del ciudadano medio, desde la niñez hasta la vejez, el consumidor así es más demandante, más fácil de abordar y persuadir publicitariamente. Es un juego en el que cada uno de las partes ha de saber las trayectorias de su rival con el objetivo de anticiparse a sus deseos, uno, el publicista, ofrecerá momentos permanentes de consumo que satisfagan las pulsiones de los potenciales consumidores, el otro, el niño por medio de sus padres, intentará eludirlas cuando el deseo de adquisición de cualquier tipo de mercancía no sea más que el efecto de un capricho arropado por un sentimiento múltiple gobernado por el ansia de lo nuevo, lo cuantificable, lo original (o único, o personal), lo grande y hoy en día lo sofisticado.
Por último es obvio que cualquier economista que se precie ha de tener en cuenta a la hora de proyectar sus propuestas de negocio la teoría de juegos.
¿Consideras que lo expuesto en el video es extrapolable a nuestro país?
Evidentemente. Estamos en la órbita de los países capitalistas (euro, frente al dólar) con democracias homologadas de occidente, y no sólo eso, sino que estamos bajo el paraguas ideológico, económico, cultural (popular, v.g. Hollywood) y militar de un imperio que no es otro que EE.UU. Las alternativas actuales son: los residuales regímenes comunistas de Corea del Norte o Cuba, las alternativas islámicas, las propuestas China y vietnamita de un país dos sistemas, u otras que ya son menos reales y caen en el campo de lo meramente utópico (o distópico, depende de cómo se mire), es el caso de muchas propuestas que podemos considerar como divagantes o extravagantes, es decir: al margen del marco político del Estado o el más modesto y no por ello menos eficaz proyecto nacionalista de trituración de los estados-nación canónicos, desde de ellos, como plataforma imprescindible de sus reivindicaciones, el objetivo es demolerlos para crear nuevos sistemas políticos posmodernos y neofeudales.
¿Crees que los consumidores, los niños particularmente, son tan manipulables?
Insisto: depende de sus padres o tutores, hablamos de menores de edad y su personalidad está en proceso de maduración, es decir: no son autónomos y no son plenamente libres en tanto que no son responsables de aquello que resulte causa necesaria de su enriquecimiento como personas en una sociedad de personas (definición de libertad recogida del filósofo de origen español y judío Baruch de Espinosa en su libro intitulado La ética demostrada según el orden geométrico), su persona no está aún constituida, se está haciendo, también puede deshacerse, el peligro de los desórdenes personales ha de ser considerado como posibilidad, hoy por desgraciada cada vez más generalizada. Luego los padres son responsables y a la vez canalizadores del consumo sin trabas de sus hijos, un consumo que viene pergeñado por un fin que en el caso de los EE.UU. es hasta constitucional: la felicidad, entendida ésta en el sentido más claramente hedonista (placentero) del término y que hunde sus raíces en la filosofía epicúrea.
¿Crees que la actitud de la empresa vendedora es ética?
Parece una pregunta capciosa, con todo responderé afirmativamente. Ahora bien, habría que hacer una nueva pregunta: ¿qué entendemos por ética? Si aplicamos los criterios propios de una ética protestante o judía el beneficio económico a cualquier precio, el negocio por el negocio, sin atender a las necesidades humanas por muy básicas que sean, es bueno y además demuestra que de forma inexplicable (¿quiénes somos nosotros seres finitos para conocer los designios o voluntad del señor, ser infinito por antonomasia?) su Dios está de su lado dado que permite que quien le adora de forma individual, privada, sea reconocido socialmente como alguien que sabe hacer bien las cosas. En el capitalismo sin trabas el objetivo no es el bienestar humano que conduzca a Dios, es el beneficio sin más y a ello ha de colaborar un tecnología tan compleja como la publicidad. Otra cosa sería si respondemos desde otra ética, y otra cosa sería si entendemos el asunto en el orden moral o político, pero esto ya es harina, de momento, de otro costal.
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